Hay sesiones que son especiales desde el minuto 0.
El día que decidí volver a empezar, después de estar encerrados en casa, el primer mensaje que recibí fue para la sesión de premamá de una de las profes más especiales que han tenido mis niñas. Eso fue un regalo y una una ola de esperanza en estos meses tan extraños.
No tenía ninguna duda de que sería una sesión preciosa de hacer y que, sobretodo, ellos saldrían guapísimos.
Son una pareja especial, invadidos por la felicidad de la espera de su primer hijo. Creo que es una época maravillosa, llena de ternura, que no se olvida fácilmente.
Gracias, de corazón, por contar conmigo. Espero que os guste el resultado.
Os deseo una vida llena de alegrías, lo merecéis.
Estoy deseando conocer a Martín.